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Un año más se ha celebrado el IFA de Berlín, la gran feria de electrónica de consumo europea que también ha sido un gran escaparate para la industria del gaming. Después de los anuncios hace unos meses de las nuevas consolas de Sony y Microsoft -grandes dominadores de este mercado- han sido varios los fabricantes que han decidido echar toda la carne en el asador para demostrar a los consumidores que sus ordenadores no solo son capaces de dar una experiencia de uso sobresaliente sino que son también grandes centros de ocio y que siguen teniendo una capacidad de trabajo por ahora vetada a las Xbox y PlayStation.
Las cifras de la reunión alemana son impresionantes: 240.000 visitantes (de los que 142.000 acudieron a hacer negocios) de más de 100 países entraron en contacto con más de 6.000 representantes de 190 empresas de más de 70 países en 1.600 stands en los que se presentaron más de 10.000 nuevos productos y servicios. Unas cifras que aún así palidecen con una facturación en contratos cerrados (en 2015) que superó los 4.670 millones de dólares en seis días.
Si hace una semana hablábamos de las novedades que nos trajo la Gamescom ahora toca el turno a uno de los tapados. El departamento de marketing de Acer decidió dejar sus nuevos Predator -una referencia entre los gamers- para la feria berlinesa y, sin duda, han sido de los que más miradas han acaparado.
El modelo Predator 21X solo se puede definir con una palabra: bestial. Cuenta con una enorme pantalla de 21 pulgadas curva (sí, curva), con tecnología IPS y una resolución de 2.560x1.080 píxeles además de soporte NVidia G-SYNC. La idea es crear una experiencia más inmersiva e incluso han implementado la tecnología eye-traking que mediante un sistema de infrarrojos sigue los ojos del jugador para mejorar el enfoque de todos los planos.
Para mover todo esto no han dudado en contar con procesadores Intel de séptima generación así como con tarjetas gráficas NVidia GeForcer GTX 1080. Todo ello acompañado de un sistema de sonido SoundPound 4.2 (4 altavoces y 2 subwoofers), audio de tres vías, teclado mecánico retroiluminado.
Samsung también apuesta por los monitores curvos
El gigante coreano es consciente de que los periféricos para gamers son su mejor opción para tener presencia en uno de los pocos mercados en los que su presencia es testimonial (no tiene consolas y sus ordenadores para gaming son escasos y no están presentes en todos los mercados). Sin embargo, gracias a su enorme experiencia en el desarrollo de televisores ha conseguido crear una muy buena familia de monitores.
En la feria alemana presentó los CFG70 y CF791, dos paneles LED (el primero en 24 y 27 pulgadas y el segundo solo en 34) curvas con tecnología Quantum Dot que consiguen una representación de color del 125% en sRGB.
Con un radio de curvatura de entre 1.800 y 1.500 milímentros (del más pequeño al más grande) los dos se han construido sobre chasis sin casi marco frontal, confeccionados en tonos mate y compatibles con AMD free-sync. Esto redunda en un diseño y un rendimiento válido para cualquier tarea productiva (y con un formato apto para cualquier oficina) además de unas prestaciones sobresalientes para jugar: el tiempo de respuesta es de 1 ms y la tasa de refresco de 144 Hz.
En definitiva, tanto Acer como Samsung son dos ejemplos de la apuesta de las grandes electrónicas del mercado por el negocio del gaming y las posibilidades que la gamificación y los serious games tienen en el futuro inmediato.
Además, la realidad virtual y las experiencias inmersivas se siguen presentando como las grandes apuestas a corto plazo por sus enormes posibilidades en todo tipo de campos. Un ejemplo de que títulos como Euskal Herriko Pilota Birtuala no solo tienen un hueco en los planes de ocio de los aficionados sino también de las grandes empresas gracias a la nueva forma de plantear los juegos y de acercarnos a nuevas experiencias deportivas, educativas y de entretenimiento.