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Para la mayoría de los turistas que nos visitan Urdaibai es sinónimo de San Juan de Gaztelugatxe, las playas de Laga y Laida, los cabos Matxitxako y Ogoño, el bosque de Oma o villas como Gernika, Mundaka, Elantxobe y Bermeo. 

Un entorno natural de gran valor catalogado como reserva de la biosfera que es a la vez templo para los surfistas y para las aves (Urdaibai Bird Center), los amantes de la buena cocina -gracias, sobre todo a las lonjas de sus puertos pesqueros- y de la Historia (sí, con mayúsculas).

Porque más allá del Museo de la Paz o de las Cuevas de Santimamiñe, el entorno también fue asentamiento del Poblado romano de Forua. Localizado sobre la colina de Elexalde, presenta indicios de ocupación desde hace más de dos mil años. Un yacimiento que con el paso de los años ha demostrado su importancia como principal referente romano en Euskadi tanto por su tamaño como por su buena conservación y por la papel que tuvo en su época como centro comercial y jurídico en la región. 

Todo ello hace de Forua el lugar perfecto para que Arkikus y Binary Soul vuelvan a trabajar juntos para devolverlo a la vida como ya hicieron antes con el Convento de Santa Catalina, el Castillo de San Vicente, la Vitoria-Gasteiz del mediados del siglo XIX, la Casa del Cordón o la también romana Flaviobriga.

Para obrar este viaje en el tiempo se ha contado con tecnología de última generación: desde drones para poder lograr una vista aérea de 360 grados sobre la zona hasta marcadores de realidad aumentada que permiten a los usuarios del programa ver en tres dimensiones la evolución del poblado a través de los siglos.

De esta forma, las recreaciones se han llevado a cabo gracias a una completa documentación arqueológica e histórica apoyada en el trabajo que los expertos llevan haciendo desde el descubrimiento del asentamiento en 1982.

El empleo de gemelos virtuales ha permitido recrear el entorno en diferentes momentos de la línea temporal de una forma no invasiva y, sobre todo, mucho más inmersiva que con las herramientas didácticas clásicas: el usuario no solo accede a una recreación arquitectónica, sino que entra en el ambiente de cada uno de los momentos que elige para poder comprender el modo de vida de la zona.

Todo ello se ha traducido en una herramienta de alto valor tanto educativo como turístico que servirá para atraer a más personas a un trozo de la Historia de Euskadi y para completar, aún más, el atractivo de una zona de nuestra geografía que ya es referente internacional por su oferta para el viajero.

Además, consolida a Arkikus, premio Hispania Nostra 2020, como empresa de vanguardia en la reconstrucción virtual del patrimonio histórico e incrementa la experiencia de Binary Soul como digitalizador, virtualizador y desarrollador de entornos para todo tipo de entornos.