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La semana pasada, entre los días 6 y 8 de junio, el Bilbao Exhibition Centre fue sede de la décimo octava Feria Internacional de Procesos y Equipos para la Fabricación, más conocida como Subcontratación. El evento, con un claro perfil profesional, estaba dirigido a empresas de sectores como la automoción, aeronáutica, energía, máquina herramienta, maquinaria industrial, motores, industria química, etc. que buscan otras compañías más pequeñas especializadas en soluciones y procesos avanzados que permiten un ahorro evidente de costes y, sobre todo, una mejora competitiva en los productos finales y servicios de las primeras.
Bajo el lema "Connecting companies, Optimizing processes" la edición 2017 de esta bienal superó los datos de expositores (más de 600) y visitantes (más de 19.000) de otros años y volvió a tener como punto fuerte las entrevistas B2B que ponen en contacto directo a los expositores con los contratistas para que la cooperación interempresarial cristalice en contratos.
Repartidos en tres bloques -automoción, subcontratación general y aeroespacial- se cerraron más de 1.200 entrevistas en el marco del XVII Encuentro Europeo de la Subcontratación Industrial organizado entre las Cámara de Comercio de España y el BEC. El planteamiento de las entrevistas este año se hizo bajo la premisa de emular la sastrería personalizada: conseguir encuentros planificados en los que el proveedor le supone un ahorro de tiempo y dinero al posible comprador. Además, se consigue una relación directa entre el sourcing y los jefes de proyecto y compra de las empresas que necesitan externalizar parte de sus procesos.
Aunque aún no hay datos oficiales de esta edición, en la de 2015 la mayoría de las 1.222 entrevistas realizadas con contratistas de Alemania, Holanda, Bélgica, Francia o Austria acabaron en negocios que sirvieron para potenciar la industria vasca y estatal y consolidarla como uno de los puntales del mercado gracias a sus altos niveles de exigencia y, sobre todo, a que por el momento sigue teniendo una ventaja de costes respecto a la de sus países.
De esta forma, el calendario se dividió en un sector por jornada para evitar que cada nicho de mercado restara protagonismo a los demás y que los visitantes -profesionales- pudieran organizar mejor sus agendas.
También nos gustaría reseñar el papel que tuvieron los centros de estudios que pudieron realizar visitas para acercar a sus estudiantes a un entramado económico poco conocido para el gran público pero central para el desarrollo del tejido industrial (no solo el vasco).
De esta forma, pudieron ver de primera mano como toma forma la colaboración entre las denominadas empresas tractoras y las start ups fundamentales a la hora de mantener la competitividad en sectores estratégicos como las nuevas tecnologías y la industria pesada.