Jueves 29 de Septiembre 2016
Sin duda, la revolución industrial 4.0 y la entrada de lleno en la era de las Tecnologías de la Información y la Comunicación ha cambiado completamente la forma en la que se desarrolla la sociedad. Nuestras relaciones personales han cambiado -solo el tiempo dirá cuáles de esos cambios son positivos, cuáles negativos y, sobre todo, cuáles perdurarán-, nuestras relaciones sociales se han expandido y nuestros trabajos han mutado para incrementar nuestra productividad a través de nuevas herramientas.
Es por ello que, a pesar de la situación económica que vive Occidente -con una crisis que parece acompañarnos de forma perenne- y de la situación de agitación política vivimos en una era sin precedentes para que la innovación y los emprendedores prosperen. Nunca hubo tanta tecnología al alcance de tantos y nunca hubo tantos dispuestos a formar, ser formados y compartir.