Euskal Herriko Pilota Birtuala, la tradición cambia de siglo

Jueves 24 de Septiembre 2015

Durante siglos diferentes civilizaciones a lo largo y ancho del planeta han jugado a pelota. Empleando materiales tan diferentes como el cuero, el trapo o incluso granos de cerales recubiertos con diversos materiales vegetales competían en praderas y plazas delimitadas de una forma sencilla. Un desafío personal para los contendientes y un entretenimiento para sus compañeros. En América del Sur, Oriente Medio y Europa Occidental, los juegos de pelota eran una forma ineludible de ocio.

Sin embargo, en ningún otro lugar del mundo la pelota -y quienes la practicaban- adquirieron tanta relevancia social. El juego en cualquiera de sus modalidades (Guante Laxoa, el más antiguo; las palas o la cesta) se convirtió en una de las señas de identidad de nuestra cultura y ahora, de la mano de Binary Soul, una seña que da el salto al siglo XXI para seguir perdurando entre nosotros.

 

Dentro del frontón 

El sonido de la pelota chocando contra las paredes, los números a la izquierda, la grada llena a la derecha y bonitas vistas a un paisaje típico de Euskal Herria a nuestra espalda son el marco perfecto para enfrentarnos a nuestros retos.

Una diana móvil que va cambiando su posición en el frontón y su tamaño en función del número de aciertos pondrán a prueba nuestros reflejos y nuestra maña. Poder contar nuestro tanteo y luchar contrarreloj por batir nuestra marca personal son sólo el paso previo antes de poner a prueba nuestra puntería. Siete dianas fijas con diferente valor componen el reto del Campeonato de Puntos. ¿Podrás batir a tus rivales en el ranking por ser el mejor pelotari? ¿Estarás a la altura de las grandes leyendas de este deporte? Si aún no estás preparado para asumir el reto, no te preocupes, también podrás pelotear tranquilamente en el modo entrenamiento para mejorar tus habilidades.

 

Al otro lado de la pelota

Crear un juego virtual de un deporte tan rápido, complejo y arraigado como la Pelota Vasca requería de la última tecnología. El célebre sensor de movimiento Kinect se encarga de recoger el movimiento virtual del jugador y traspasarlo al ordenador. 

Al otro lado del juego, el dispositivo de realidad virtual Oculus Rift se encarga de que el usuario entre de lleno en un frontón. El sonido, el ambiente, el color y la disposición de los elementos hacen el resto (las especificaciones mínimas son un procesador Intel i7 de cuarta generación o similar; tarjeta gráfica Nvidia GeForce GTX970 o similar; 16 GB de RAM y Windows 8.1 o posterior).

 

En definitiva, el juego se presenta como una herramienta perfecta para impulsar una de nuestras señas de identidad (elemento cultural, deportivo y turístico crucial) a través de nuevas tecnologías. Una forma inmejorable de aunar tecnología, tradición e identidad.

 

XBox Kinect
Oculus Rift
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