eBooks, el nuevo soporte cultural se consolida

Jueves 26 de Abril 2018

Casi todas las transformaciones y revolucionesde un sector suelen traer, primero, un momento de excepticismo por parte de los actores del mercado, después una gran sacudida por la aceptación de una buena parte de los consumidores, le sigue una parte de negación del cambio por parte de alguno de esos actores -habitualmente llamados a desaparecer- y, finalmente, un proceso de consolidación y normalización.

Los ejemplos más claros los podemos ver en sectores como la comunicación -prensa o televisión- así como el ocio digital: música, cine y literatura. Esta semana, con motivo de la celebración de San Jorge, nos centraremos en este último sector que parece haber recuperado cifras de crecimiento sostenido gracias al empuje de los dispositivos electrónicos.

Sin embargo, hay mercados (Reino Unido y Estados Unidos) en los que se está dando un fenómeno de lo más curioso: aunque el conjunto del sector crece y las ventas de libros electrónicos crecen en términos absolutos, su cuota de mercado para con la versión tradicional está reduciéndose. ¿Ocurre lo mismo en el nuestro?

Según cifras del propio sector, la salud de las plataformas digitales en el Estado es buena y la tasa de crecimiento interanual se sitúa por encima del 11%. Si tenemos en cuenta la distribución de títulos en castellano en todo el mundo la cifra cae hasta un 6,7% pero sigue siendo un dato muy positivo ya que se trata del séptimo año consecutivo de crecimiento.

Por número de libros vendidos la cifra es ligeramente superior a la facturación pero en ambos casos hablamos de crecimientos por encima del 5% y en el caso de la facturación hemos de tener en cuenta la devaluación de los precios en el mercado latinoamericano. 

Es positiva también la subida de la facturación de las empresas con servicios de suscripción como Nubico. El modelo de lectura en "tarifa plana" es el enésimo ejemplo de la buena aceptación de plataformas en streaming en el que el cliente valora poder disfrutar el uso por encima de la propiedad. Spotify o Netflix son las referencias en los otros dos sectores antes mencionados.

Las cifras de ventas de las editoriales tradicionales en formato digital sumaron -sin tener en cuenta los libros de texto, la autopublicación y las ventas en Amazon- los 33 millones de euros. Esta cifra indica la buena salud del modelo, si bien, el crecimiento sostenido que también están viviendo los libros en papel ha evitado que se pudiera dar ese cambio del soporte en papel al digital. Si nos centramos en la facturación de los títulos autopublicados hemos de subir la cifra otros 5 millones de euros.

Según los analistas, uno de los factores claves para el buen rendimiento de los libros electrónicos en el Estado es el precio contenido de los mismos respecto a los tradicionales. En mercados más maduros como en Reino Unido y Estados Unidos el precio medio ha crecido ostensiblemente pasando de los 5,9 a los 7,3€ de media en tan solo dos años (aquí la cifra se mantiene estable entre los 6,8 y 6,4€ en función del año).

Sin embargo, el reto de la piratería (que se queda con casi un 10% de los lectores) así como una incertidumbre al respecto de la evolución de los impuestos relacionados tanto con la cultura como con los soportes digitales hace que el sector esté expectante ante la evolución de la industria en su conjunto y de la digital en particular.

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